Construido y puesto en funcionamiento en el año que inauguró el siglo XXI, con todo el confort de la época, El Manantial del Silencio -hotel que lleva la firma del arquitecto Mariano Sepúlveda, cultor por excelencia del denominado estilo neocolonial- parece haber estado en Purmamarca desde el comienzo de los tiempos. Será acaso por la forma en que sus blancas paredes de adobe, sus brillantes pisos de piedra, los altísimos techos de caña, los textiles centenarios -que decoran exquisitamente el living, la sala de lectura y el bar-, y la encantadora galería que se abre al jardín, dando paso a una piscina única, se integran al paisaje de la Quebrada de Humahuaca.

Pensado para relajar el cuerpo y alimentar el alma, los servicios del hotel incluyen atención personalizada, spa con jacuzzi, tratamientos para el cuidado de la piel con productos naturales; un atelier de arte sacro a cargo del pintor Ricardo Tabarcachi; y el restaurante más renombrado de la región, comandado por el chef Sergio Latorre, impulsor de la revalorización de los sabores andinos en la cocina gourmet.

Capítulo aparte para las “experiencias a la carta”, como un almuerzo – inolvidable- en las impactantes Salinas Grandes.