De Los Jazmines, de Las Barricas, de Los Franciscanos, del Aljibe y Colonial, así se llaman los cinco patios de la espléndida casona que perteneció a los Michel Torino, una de las familias pioneras de la vitivinicultura local, y que desde 2006 representa una de las opciones más distinguidas de la hotelería de Cafayate.

Construida hacia fines del siglo XIX en el centro de una finca de 400 hectáreas, y conectada con la bodega propiedad de la misma familia -por entonces: Bodega La Rosa; hoy bodega El Esteco-, la casa de estilo colonial fue reacondicionada para su uso como un moderno hotel del siglo XXI por el arquitecto Mariano Sepúlveda. Paredes de adobe pintadas de blanco, tejas y pisos de colorado cafayateño, maderas trabajadas artesanalmente, cueros repujados, objetos de plata y textiles de campo, se funden en la arquitectura y la decoración de la recepción, el living, las salas de lectura y de juegos, el restaurante, la cava y las 32 habitaciones de este hotel profundamente vinculado al mundo del vino, su gente y su cultura.

En el restaurante, recetas típicas de la región, elaboradas a partir de productos locales y de las verduras de la propia huerta, se lucen en almuerzos y comidas. La panadería casera, y los cócteles de vino, engalanan el desayuno y las tardecitas de Patios.