A 2.280 m.s.n.m., del lado Norte del río que comparte nombre con uno de los pueblos más pintorescos de los Valles Calchaquíes de Salta, entre arroyos, cerros y cumbres desafiantes, se destaca el blanco inmaculado del hotel que lleva la firma del arquitecto Mariano Sepúlveda. Adobe, madera, caña y pisos de San Carlos se fusionan en las espléndidas suites, el bar, el restaurante, la cava y galería de arte, las salas para la lectura, el parque, el solarium, la pileta y el jacuzzi al aire libre que invitan al disfrute de la tranquilidad absoluta en la altura cacheña.

En La Merced el día transcurre entre el relax y la aventura –a caballo, por senderos para caminatas, en mountain bike-, y culmina en el bar El Alambique, donde los elixires del barman engalanan la previa de la cena en el restaurante Las Vistas. Aquí, una exclusiva carta de cocina andino-gourmet, acompañada de las mejores etiquetas de vinos argentinos, hace las delicias de los huéspedes sibaritas. En la Cava 6380, las degustaciones y los encuentros de negocios se suceden entre obras de arte. Y en la boutique de artesanías, se lucen objetos de diseño.

Capítulo aparte para el spa, con tratamientos relajantes y antioxidantes.